Never Let Me Go

Llegué a esta película porque vi a Keira Knightly en su cast. Luego investigué un poco más y vi que estaba basada en un libro de Kazuo Ishiguro, escritor de “The Remains of the Day”, interpretada para el cine por Anthony Hopkins y Emma Thompson y merecedora de muy grandes distinciones en el cine. Fue una sorpresa verla.

Espero mucho de Kazuo Ishiguro. Kazuo Ishiguro es un escritor Japonés nacido en Inglaterra, amante de la pasión y con propuestas filosóficas muy interesantes que se hilan de manera muy brillante en sus historias, desapareciendo prácticamente del experimento para proponernos una historia que parezca real. En Never Let Me Go propone un experimento social: ¿qué sucedería si el sistema médico y legal de un país permitiera la cria de individuos clonados con el fin de obtener sus órganos para donárselos a los individuos reales de la sociedad?.

En el contexto que describo, la historia de amor se inicia. Dos clones se conocen en un orfanato de crianza, y empieza una historia de amor con pocos tonos de alegría. Una historia romántica cargada de tristeza, aceptación y resignación. No quiero arruinar la experiencia de esta película así que no me extenderé en la trama.

Andrew Garfield, sensación en The Social Network, protagoniza esta película junto a Carey Mulligan y Keira Knightly, y debo decir que las actuaciones son excelentes. Cada uno de ellos fue sutil y apasionado, cada uno de ellos entregó la melancolía de la historia y se fusionaron con los paisajes y con la trama, cada uno de ellos pudo entregar una sonrisa en los momentos más dificiles sin comprometer a los personajes. Y la dirección es excelente. Solo quisiera decir que faltó un poco de trama paralela, inclusive para efectos de celeridad de la historia que en partes parece un poco lenta, sin embargo, me parece genial.

Hacía mucho tiempo que no veía una película de ciencia ficción donde el contexto científico fuera solo ambiental aunque determinante. Creo que la última película de esta naturaleza que vi fue El Hombre Bicentenario. Es una película excelente, y como dije cuando la vi, es como debió haber sido La Isla (de Michael Bay, uno de los peores directores del planeta). La crueldad de esta historia es hecha con tanto cuidado y delicadeza, que logra convertirse en belleza.

Lo mejor: Las actuaciones y la fotografía. Es una película melancólica y nostálgica por su concepto de arte

Lo más cruel: el destino incuestionable de los personajes.

Mi calificación: 7 de 10. Merecía una nominación al oscar.