Después de la Tierra (After Earth)

Estoy seguro que M. Night Shyamalan, director de After Earth, y yo, tenemos una conexión especial. Cada vez que veo una película de él, quedo sorprendido y maravillado. Y siempre leo las críticas y suelen destruirlo. After Earth ha conseguido los peores reviews de la historia y a mi, en cambio, me pareció una película excepcionalmente brillante. Desde su inicio, pasando por su descripción novedosa de la moda y arquitectura del futuro distante más allá de mil años, hasta el viaje de los personajes y su evolución, no pude observar nada que no me satisficiera. After Earth es una película compacta, con una historia simple y muy bien ejecutada, sin relleno ni aspavientos, que logra conmover al espectador aún cuando su resolución es predecible. Para mi, una película genial.

En el análisis que haré, prometo hacer muchos spoilers. Así que si aún no has visto After Earth es momento de detener la lectura. Espero que el párrafo inicial sea suficiente motivación para que vayas a verla.

After Earth es una historia de un viaje. Adoro las historias de viajes (El Señor de los Anillos, La Odisea, Avatar: The Last Airbender, 20000 leguas de viaje submarino, Viaje al centro de la Tierra, la Torre Oscura) pues el viaje físico del personaje se refleja en su avance emocional y crecimiento espiritual. Cypher Raige, interpretado por Will Smith, se dirige a una misión militar y decide llevar a su hijo Kitai, un estudiante de la academia militar que ha fallado en superar la prueba de graduación. La nave interestelar sufre un accidente y tiene que hacer un aterrizaje forzoso en la Tierra, planeta que fue abandonado por los humanos hace más de mil años. Este contexto sirve de preámbulo, sazonado con una criatura que transportan que es, literalmente, el terror de la humanidad: un ser vivo llamado Ursa, desarrollado para asesinar humanos a través de la percepción olfativa del miedo. Los Ursas son armas creadas por una raza en conflicto con la humanidad por el nuevo planeta donde viven. ¿Qué sucede en el accidente?, pues claro, el Ursa queda liberado, pero ese no es el mayor problema. La nave sufre un aparatoso accidente y se estrella dividiéndose en dos partes, sin ningún sobreviviente, excepto, como puede preverse, de Padre e Hijo, Cypher y Kitai. Cypher queda gravemente herido y no puede desplazarse y su hijo, ileso, tiene la misión de desplazarse a la otra parte de la nave a recoger un comunicador que pide ayuda a los humanos distantes. El objetivo de la película es claro: Kitai debe recorrer cien kilómetros a través de un planeta que ha evolucionado en los últimos mil años para resistir a la raza humana, y en el camino, tal vez tenga que enfrentarse con el temor de la humanidad. ¿Simple, verdad? En ese viaje, Kitai enfrentará sus miedos mientras su padre lo observa y guía. La vida de ambos depende de ello.

Mucho se ha hablado de si Jaden Smith, hijo biológico de Will Smith, era el actor apropiado para esta película. Una gran parte de la crítica se ha basado en decir que su actuación es mediocre y que el criterio de su padre lo impuso en la filmación. Sin embargo yo opino diferente, Jaden, aunque realmente muy joven, logra representar sus emociones y su crecimiento. No creo que sea el mejor actor que he visto, pero es eficiente en su actuación y logró conmoverme en muchos momentos. Will Smith hace un papel muy diferente: seco, frío y conciso, su carencia de emociones le da una capacidad de observar el mundo y valorar todos los riesgos a los que se enfrenta de manera objetiva, a la manera de la Bene Gesserit de Dune (mucho hablaré de Dune en este artículo, pues el enfoque de After Earth parece como una “precuela” a la genial Dune de Frank Herbert). Cypher ha desarrollado una técnica, Ghosting, que evita sentir miedo reconociendo el peligro, y así los Ursas no pueden verlo, lo que le permite asesinar a sus depredadores y coordinar al grupo del ejército que él mismo creó. Esta técnica de Ghosting me recordó mucho a la letanía del miedo:

"No conoceréis al miedo. El miedo mata la mente. El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado, volveré mi ojo interior para escrutar su camino. Allá donde haya pasado el miedo ya no habrá nada. Solo estaré yo".

La Letanía del Miedo Bene Gesserit, en boca de Paul Atreides, tomado de "Dune", por Frank Herbert.

Cypher, interpretando a la conciencia digital de su hijo, lo acompaña en el viaje desde la sala de control de la nave estrellada, usando toda la tecnología del traje que carga. Y desde su sala de control, muy a la manera de Stephen King en los Dogan de La Torre Oscura, monitorea los signos vitales y ordena a su hijo que busque la introspección, la reflexión, exhorta a identificar el presente y analizar su alrededor. Este procedimiento me parece muy interesante, y el hijo lo aprende y lo interioriza a lo largo de la película.

Y es que uno de los grandes temas de After Earth es la introspección. Otros dicen que es la relación padre-hijo o maestro-aprendiz, pero para mi es más acerca de como interpretar el momento actual. Confieso que el momento de introspección y realización en una película me parece muy emotivo y siempre me conmueve infinitamente. ¿Recuerdas Karate Kid 2? En el momento final, el señor Miyagi saca su “tambor” y comienza a tocarlo y Daniel entiende que “la mejor manera de evitar un golpe es no estando allí”; en ese momento, Daniel se vuelca sobre sí ante la revelación, su lenguaje corporal cambia y su mirada se hace profunda. Y empieza a utilizar la “técnica del tambor” que nunca había entendido. Esto ocurre en muchos medios de la cultura popular, a saber:

Batman Begins: Ra’s Al Ghul observa que el tren donde está va a caer y se arrodilla aceptando la muerte.

Alien: Ripley se vuelve sobre sí misma para enfrentar a la bestia que la acompaña en la nave de escape del Nostromo.

Avatar, The Last Airbender: Aang entiende que debe terminar con Osai y percibe el mundo a través de sus pies y le quita los poderes con el "Spirit-Bending”.

Karate Kid: Daniel entiende la técnica de la “grulla” y la utiliza para ganar el torneo.

Karate Kid 3: Daniel entiende que el “Karate” está dentro de él, y comienza una “forma” antes de su golpe final

Matrix: Neo entiende que es “The One” y comienza a percibir al mundo como ceros y unos y que puede moverse más rápido que los agentes.

Dune: En este libro el tema de la introspección es base de todo el argumento de todos los libros y secuelas, pero en la tercera parte, Los Hijos de Dune, Leto II entiende que la única manera de  controlar todas las vidas pasadas que lo agobian es incluyéndolas en su ser y asumiéndolas simultáneamente, convirtiéndose en la primera conciencia colectiva.

Esta lista puedo continuarla durante horas. Sin embargo el tema es claro, y desde el incio uno sabe que ocurrirá: Kitai logrará controlar su miedo, y al hacerlo, logrará desaparecerse del Ursa, en el momento que tenga que enfrentarlo. Sin embargo, en After Earth, la narración de Shyamalan logró darle un toque interesante a esta realización y la voluntad que se adquiere al tomar control de la conciencia como lo hizo Kitai. Y es que quienes me conocen saben como me agrada este tema porque suelo pedir unos segundos y aislarme en mi mismo para aclarar la mente.

No quiero decir, de ninguna manera, que porque haya “introspección” la película es buena. Para nada. La película “El código da Vinci” tiene muchos momentos de ella, cada vez que Langdon la usa para resolver un enigma, y sin embargo no me parece una gran ejecución de ella en la resolución de la trama. Sin embargo After Earth tiene ese sentido de urgencia, y esa catarsis durante la introspección que en cada instante que es usada me parece que hace un incremento emocional en el espectador.

El resto de lo que hay que ver es, de cualquier manera, genial, por lo menos para mi, vista en 2D convencional. La fotografía es minimalista y cumple el efecto de narrar, no hay divagaciones para incrementar la belleza, lo que aprecio para esta trama de la urgencia del viaje. Me pareció también muy interesante la conceptualización de la moda, la funcionalidad del vestuario y la nueva interpretación de los espacios habitables por los humanos, donde no hay paredes sino cortinas, donde no hay camas sino hamacas; ideas muy interesantes para un futuro distante. La tecnología descrita parece “Ciencia Ficción Dura” sin entrar en detalles técnicos de la funcionalidad de los objetos pero haciéndola creíble en cada momento. No quiero decir que la película no tenga defectos. Por supuesto que los tiene, sin embargo, Shyamalan logra llegarme siempre a los puntos que me interesan como espectador, y para mi, sus defectos son irrelevantes para la experiencia.

Lo mejor: La escena donde Kitai, desconectado de su padre, se arrodilla y sigue sus instrucciones. Muestra como su adiestramiento “Bene Gesserit” ha calado en él.

Lo más interesante: El tema de la hermana muerta de Kitai, y la idea de que cuando está amenazado lo que más amas, es muy difícil no sentir miedo.

Mi calificación: 15 de 20. Y las gracias a Shyamalan.