Inception (La originación)
Bastará empezar esta entrada diciendo que Inception es la mejor película que he visto. Su narración no lineal, su concepción del tiempo y su nivel de detalle la colocan como una de las historias mejor desarrolladas y más emocionantes que he visto en mi vida.
No tengo que decir que Admiro a Christopher Nolan. Admiro, con A mayúscula, porque tiene en su haber 6 películas que quitan el aliento. Christopher Nolan, ha dirigido apenas seis películas, y aun cuando hay algunos detractores de sus obras, la percepción general es muy favorable. Nolan ha convertido, a mi parecer, al cine de alto presupuesto en un refugio para todos los cinéfilos, desde aquellos que disfrutan la acción y la violencia hasta aquellos que, como yo, queremos ver historias originales y sobrecogedoras. Tiene en su haber el reinicio de la franquicia de Batman, que decidió convertir al superhéroe en la persona atormentada que siempre debió haber sido, creó para el cine a la mejor personificación de Caos y la Anarquía: el Guasón de The Dark Knight; narró una historia enferma de cómo la gente es capaz de traspasar las fronteras de la propia moral en The Prestige (que por cierto es una de mis películas favoritas) y narró victoriosamente la vida de un hombre sin memoria cuya determinación y compromiso lo llevan a buscar al asesino de su esposa en Memento.
Inception es una historia que intenta describir el mundo de los sueños vívidos y, por lo tanto, una historia que tiene mucho que ver con todos los seres humanos. ¿Quién no ha soñado que ha despertado y se prepara para hacer sus labores del día cuando de repente despierta al mundo real? ¿Quién no ha despertado con la percepción de que sigue soñando e incluso tenido algunas alucinaciones al despertar? ¿Quién no ha soñado que camina y cae por un hueco y se despierta con un brinco en la cama? ¿Quién no ha soñado que ha estado soñando que está soñando? La percepción del sueño es tan confusa que cuando soñamos a veces creemos estar despiertos, y la percepción de la realidad es tan abrumadora que a veces creemos que estamos soñando.
Cuando era niño una vez soñe que había una mujer, muy parecida a Galadriel por cierto, en mi cuarto, y ella tenía un lobo blanco que me miraba. El sueño nunca lo he olvidado, porque cuando lo soñé era tan vívido que parecía real. Recuerdo que el cuarto estaba oscuro, iluminado por la luz de la calle y que la mujer estaba parada, viendo por la ventana y luego volteó. Me miró. Luego el perro se acercó, y pude ver sus dientes y sus ojos. No podía moverme. La mujer me miró durante horas, y yo estaba infinitamente asustado. Cuando se sentó en mi cama, tuve un sobresalto, una caída, y desperté. Estoy seguro que no pasaron horas, pero cuando soñaba, así lo sentí. Y en este punto, en este sueño de todos, es donde entra el concepto de Inception: todos hemos soñado y la experiencia es la misma para reyes y plebeyos, para ricos y pobres, para niños y ancianos.
Inception narra la historia de Dom Cobb, interpretado por Leonardo Di Caprio, un ladrón de ideas, que entra en los sueños de los demás a través de un dispositivo elaborado para tal fin. Lo hace haciendo creer al soñador que está despierto, y si es necesario, lo lleva a nuevos niveles de sueño para confundir más a la mente. Cobb y su equipo de “ladrones” están entrenados en la naturaleza del sueño y como llevar sus recuerdos de un nivel a otro. Y en este punto empieza la película: el mundo real lo tiene acorralado, y para poder regresar a su familia, tiene que implantar un recuerdo en la mente de un hombre. Prepara su equipo y busca la manera de infiltrarse en los sueños de Fisher, su “victima”. Sin embargo Nolan entiende bien la percepción del tiempo real y el tiempo en el sueño, también ha entendido que los sueños son tan reales como el soñador lo decida y además sabe que las perturbaciones externas son percibidas por cada soñador de manera diferente. Con esto en mente, plantea una ecuación difícil de seguir: el tiempo del sueño transcurre 20 veces más rápido que el tiempo real, y cuando hay varios sueños, cada sueño es 20 veces mas rápido que el anterior. Para lograr su objetivo, Cobb penetrará hasta el tercer nivel del sueño: Un sueño dentro de un sueño dentro de un sueño. Pero para sazonar la historia, cada personaje lleva consigo a cada sueño sus experiencias y frustraciones, su propio subconsciente, que lucha sin control. Y Cobb tiene unos recuerdos muy dolorosos que no la logrado superar.
Nolan narra la historia como una película de robo, Heist Film como se le dice en inglés, con la presentación de un plan minucioso para implantar la idea. Sin embargo, el planteamiento es marcadamente no lineal desde su presentación: Cobb intenta robar una idea de la mente de Saito, en un sueño que termina accidentadamente, introduciendo el concepto del sueño dentro del sueño. El mismo Saito lo contrata luego para la Originación, la implantación de la idea, y Cobb arma su equipo multidisciplinario a pesar de que conoce la traición que su propia mente plantea. Y Marion Cotillard, como el recuerdo de la esposa de Cobb, Mal, perturbará toda la acción, en un viaje sicológico magistral.
Y el punto al que quería llegar con tanta divagación es que Mal, la esposa, es un recuerdo. Y como tal es parte de la mente de Cobb, y por lo tanto es Cobb mismo. Y cuando Cobb habla con su esposa en los sueños, está hablando consigo mismo, y este diálogo interno (y digo diálogo intencionalmente, pues es una conversación de dos) es a la vez un monólogo. Y sin embargo, Cobb está doblegado ante sus propios recuerdos, y ellos le hacen perder la percepción de la realidad.
Cada personaje de la película tiene un sentido. Cada personaje de la película evoluciona. Están allí para ayudarle a Nolan a explicar su intrincada percepción de la naturaleza de los sueños, y están allí como personajes profundos, de tres dimensiones. Arthur, interpretado por Joseph Gordon Levitt (que trabajó previamente en 500 días de summer) tiene una de las escenas mas emocionantes, con gravedad cero, y su personaje, todo el tiempo mostrado como poco creativo, evoluciona con una explosión de inteligencia inesperada; Ellen Page, interpretando a Ariadne, elabora el mundo de los sueños y toma la postura del espectador, Ken Watanabe como Saito que se sacrifica en torno a la amistad creciente con Cobb, Tom Hardy como Eames, que profundiza en la mente de Fisher y llega hasta las profundidades de sus sentimientos y Cillian Murphy como Fisher, que logra perdonar y amar a su padre en el proceso de implantación. Y recuerden a Cillian Murphy, porque su papel es perfecto: su duda, su terror, su emoción durante la realización de que está soñando y alguien quiere meterse en su mente es brillante. Cuando Fisher descubre que es posible que esté soñando, su pánico aparece con una actuación impecable. Recuerden a Cillian Murphy, pues para mi merece el oscar de mejor actor de reparto.
Entre las películas que más me han gustado está El Señor de Los Anillos, la Obra Maestra de Peter Jackson, que tiene una historia muy compleja y muy difícil de narrar. Familiarizarse con toda la población, forma del mundo y fantasía del Anillo Único es una experiencia en sí misma maravillosa. Sin embargo, esta historia es más compacta, el universo descrito por Nolan es una experiencia de dos horas y media.
No estaría completa mi opinión si no la comparo con The Matrix, esta es una película mas visual, y aunque muy interesante, carece de algo que considero vital que es la estructura de la trama. Matrix tiene en su contra que los eventos, no importa que tan emocionantes sean, no están orientados hacia un fin, la eventualidad impone las acciones. Inception es, en cambio, un plan claro desde el principio. Esto para mi es una ventaja importante. Aunque los temas son similares en la descripción de la realidad y la verdad, el alcance de Matrix no es tan profundo, y los personajes son más planos. Y el mundo de Inception tiene una edición cinematográfica que se impone: la no linealidad del tiempo es representada magistralmente, dando una percepción de la película que está muy por encima de cualquier cosa que he visto.
Inclusive la música es una experiencia. Nolan y Zimmer se encargaron de hacer variaciones conceptuales de “Je ne regrette rien” interpretada por Edith Piaf, para elaborar una composición orquestral que es sobrecogedora. La utilizo como repique en mi celular.
Tengo mucho más que decir pero no quiero contar la película en su totalidad. Para culminar tengo que decir que la película la veo perfecta, sin errores. Es mi percepción personal, y aunque muchos no la ven como tal, es la que más profundo ha llegado en mi ser.
Mi Calificación: 10 sobre 10. No puedo mejorarla. Ni imaginarla mejor.
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