Sherlock Holmes
Guy Ritchie no es un director que yo pueda considerar creativo, progresista o bueno. Es un director más. Su nombre, a mi juicio, se hizo renombrado por haber sido el esposo de Madonna. Tampoco quiero decir que sea malo. Simplemente ha sido transparente para el mundo del cine. En esta oportunidad tiene en sus hombros la dirección de Robert Downey Jr y de Jude Law, ambos actores de muy alto nivel entre su generación. Robert Downey es reconocido por su excelente papel de Chaplin y su marcada drogadicción, y Jude Law fue la musa de Anthony Minghella, que lo usó en Talented Mr Ripley, Cold Mountain y en Breaking and Entering. De la oportunidad Guy Ritchie salió medianamente bien parado con su película de detectives y aventura salpicada con acción.
Una de las buenas decisiones de Guy para hacer esta película fue resetear la idea grabada en la mente de los espectadores y volver a la fuente original de los Libros de Arthur Conan Doyle. La replanificación de los personajes y de la trama (haciendo un Sherlock más mundano y menos circunspecto) fue bastante agradable, y el guión es lo suficientemente entretenido como para mantener en interés en la película, sin embargo, es una historia muy simple que parece la de una de las películas de televisión que pasa cualquiera de los canales infantiles de cable. Algunas muertes hacen que la historia sea inadecuada para un canal infantil, pero en realidad general es una película regular, sin mucha inteligencia, para hablar del detective más inteligente de la literatura británica.
Sin embargo, Guy Ritchie corre con suerte: Robert Downey Jr. es un actor de moda y de alta categoría, y parece que él puede salvar cualquier historia mal elaborada. Jude Law es un actor de carácter, que parece puede representar a casi cualquier personaje. Jude como Watson y Downey como Holmes hacen un dúo con mucha química y con una dinámica que, además de divertida, provoca empatía con la película. Al terminar, la emoción generada de la interacción de los protagonistas es tan intensa que provoca esperar por la segunda parte, aunque está claro que no será ninguna obra de arte.
Lo mejor: la interacción entre Watson y Holmes. Muy divertida
Lo más impresionante: la calidad visual de la película. La fotografía es lo único bien concebido de la cinta.
Me gustó, es una película entretenida.
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