Alicia en el País de las Maravillas
Comienzo este post diciendo que Tim Burton es uno de mis directores de películas favoritas. Batman, Batman Returns, Beetlejuice, Edward Scissorhands, Sleepy Hollow, Charlie y la fábrica de Chocolate, y la sorprendente Big Fish son películas que están grabadas en mi mente, y mi imaginación se ha alimentado con fruición de la creatividad de Tim Burton. Cuando me enteré que él dirigiría una nueva versión de Alicia en el país de las maravillas me sentí muy motivado con la experiencia de presenciar tal obra, pues solo la mente retorcidamente bella de Tim Burton podría representar una película de alto nivel con tal tema. Lamentablemente, el producto fue decepcionante en todos los niveles que puedo concebir.
No solo Tim Burton decidió hacer una continuación a los libros de Lewis Carrol (que escribió a “Alicia en el país de las maravillas” y “viaje a través del espejo” como una caricatura de la realeza y la corte inglesa de principios del siglo XX) sino que además decidió convertir la obra en una historia infantilmente simple y sin trascendencia, que juega con la paradoja de la predestinación, pero que no sabe aplicarla al final. Cierto que el muy criticado Walt Disney hizo su adaptación, pero a pesar de todas los defectos que pueden atribuírsele a las obras de Disney, algo que siempre respetó fue el tema ulterior de la obra. Además de ultrajar la obra original, Tim Burton parece que estuvo mal asesorado con el tema de los efectos especiales: en el momento actual del cine, una película con alto presupuesto no puede permitirse el lujo de tener efectos especiales mediocres, y menos cuando la película tendrá un lanzamiento 3D. En “alicia” puede diferenciarse, de reojo, cual objeto ha sido creado a computadora y desde “Lord of the Rings” y su personaje Gollum, eso ya es inaceptable. Los personajes son planos, sin profundidad en ningún contexto, La reina de corazones es divertida solo los primeros cinco minutos de su aparición, y de no ser por la actuación de Johnny Depp y de Anne Hattaway, la película sería un fracaso sin precedentes. Menos mal que Burton ha posado la responsabilidad de la conducción interpretativa en los mismos actores, pues ellos han podido salvar lo insalvable: Gracias, Dios, por Johnny Depp. Sin embargo, el sombrerero loco es un papel tan plano como cualquier otro, y llega un momento en que los hombros de Depp no pueden arreglar el desastre. Hacia el final, la película está perdida más allá de toda esperanza.
El concepto de arte de la película es lo único llamativo, los escenarios, aunque mal desarrollados con los efectos especiales mediocres, fueron muy interesantes, y el tono oscuro y de pesadilla fue agradable. Sin embargo, la considero un gran fracaso, aunque debo estar equivocado, porque la taquilla de esta película ha sido sorprendente: eso es lo que se gana con una firma conocida y un reparto ejemplar.
Es que la gente va a verla es por el título de la pelicula, los actores y bueno, una vez entrado al cine que carrizo, ya entras en las estadisticas.
ResponderEliminarClaro. En mi caso, yo entré al cine porque sigo una trayectoria, no se puede saber si una película es buena o mala hasta verla
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