Her
Soy fanático de la ciencia ficción como he indicado en muchas oportunidades en este blog (solo basta leer mis entradas acerca de Avatar, Inception, After Earth, Prometheus y Gravity entre otras para darse cuenta), pero creo que mi percepción en Her no está influida, o por lo menos no demasiado, por mi afinidad por el tema. Her es una película increíble, con un tema fascinante y con un acercamiento muy novedoso y una trama prácticamente imposible de ejecutar.
Her trata de la relación de Theodore (interpretado magistralmente por Joaquin Phoenix a quien le dejaron crecer un bigote) con un sistema operativo. ¿El Año? Indeterminado, pero en el futuro próximo, donde la moda requiere pantalones con tiro muy largo y bigote para los hombres (aún no se qué fue primero, si la necesidad de cubrir el labio leporino de Phoenix o el concepto de moda de la película, aún no se si hay alguna relación). ¿La premisa? Un nuevo sistema operativo ha sido puesto en venta, comercializado como “el primer sistema operativo realmente inteligente”. Theodore, instala su sistema operativo que despierta a la vida como la Rosa del Principito: observando la vida pero eligiendo ser seductora y muy femenina; elige su nombre, Samantha, y elige su voz en Scarlett Johansson (que completa al personaje del sistema operativo de manera perfecta). Lo siguiente es impensable, pero obvio: Theodore se enamora de Samantha pero, más sorprendentemente aún, Samantha se enamora de Theodore.
En un interesante experimento filosófico, Spike Jonze en la dirección de esta obra genial vuelve a hacer las preguntas mil veces preguntadas: ¿qué define el alma?, ¿qué es el amor? ¿qué es la identidad?. Samantha, un software impalpable, sin cuerpo y, curiosamente, sin una imagen mostrada en una interfaz, crece a una velocidad increíble y, como un niño, experimenta la realidad y el significado de las ideas en su crecimiento. Es una trama en dos tiempos: el tiempo de Theodore con sus complicadas relaciones interpersonales con sus amistades, amores y desamores, y el tiempo de Samantha de descubrimiento de su capacidad intelectual y del estudio profundo del mundo y del conocimiento y de la exploración de las emociones.
Bastará decir que Spike Jonze logra hacer una película notablemente nostálgica y con un tono de colores y emocional que es sugestiva y poderosa, intentando concentrarse en la simplicidad de las ideas y de las escenas. Creo que es una de las mejores películas del año, en un año que resultó tener las mejores películas de la década.
Lo mejor: la canción de la luna. The Moon Song. La dejo al final para que la disfruten, parte de la banda sonora de la película y nominada al oscar como mejor canción original.
Mi calificación: 18 de 20. Una película increíble. Yo siempre he pensado que es muy posible enamorarse de un sistema operativo. Ya lo he hecho (y no es de Apple, LOL).
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